
Las sagradas reescrituras
Todos se fueron. Ahora el agua también lo ha hecho, dejando al pueblo desnudo, de nuevo en la superficie. La iglesia en el centro como un diente podrido. Regina reza, su voz resuena entre muros verdes de algas. El Cristo, sin piel, gotea agua negra. "Por nosotros se ahogó y por nosotros emergerá".